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¿Recibiste dinero extra este mes? Te aconsejamos como invertirlo y ahorrar

Una de las cosas clave que tenemos que tener en cuenta al decidir que hacer con nuestro dinero es que este de por sí no es útil: su utilidad recae en el poder comprar cosas hoy o en el futuro. En ese sentido, ver cómo ahorrar eficientemente nuestro dinero es clave para poder sacarle el máximo provecho y asegurarnos de incrementar nuestro poder adquisitivo.
El principal enemigo que tenemos que vencer en este caso es el incremento de precios: si el incremento de precios es mayor que lo que ganamos, terminaremos perdiendo ya que en el futuro podremos comprar menos cosas de las que podríamos comprar hoy.
Esto podemos verlo comparando los intereses que ganamos vs la inflación: si la inflación es mayor a la tasa de interés, terminamos perdiendo poder adquisitivo; mientras que, si es menor que la tasa de interés de nuestros ahorros, ganamos poder adquisitivo.
Tasa de interés ganada > Inflación = Mayor poder adquisitivo.
Con esto en mente, hay dos cosas que tenemos que definir que nos permitirán tomar buenas decisiones de ahorro e inversión con nuestro dinero:
- ¿Cuánto tiempo queremos mantener nuestro dinero invertido?
- ¿Cuál es el nivel de riesgo que estamos dispuestos a aceptar?
Sobre el tiempo:
Si tenemos un horizonte de inversión fijo, invertir en un depósito a plazo podría ser una buena alternativa. La principal diferencia que existe entre un depósito a plazo y una cuenta corriente o de ahorros es que en las segundas el dinero esta a libre disposición del usuario, quien puede retirarlo en cualquier momento; mientras que en un depósito a plazo este debe permanecer en la entidad por el total de la duración del mismo.
El hecho de que el dinero este amarrado durante toda la duración limita nuestra capacidad de disponer del mismo ante cualquier necesidad, pero esto viene compensado por una tasa de interés bastante mayor a la que obtendríamos en una cuenta corriente o de ahorros. Sin embargo, en caso necesitemos sacar el dinero antes que expire el plazo del depósito, deberemos pagar probablemente una penalidad por cancelación anticipada.
Poner el dinero en un depósito a plazo constituye una buena alternativa para esa plata que tenemos como excedente y que consideramos puede ser un ahorro de largo plazo.
Podemos encontrar depósitos a plazo tanto en soles como en dólares, para periodos que van desde 30 días, y estos están además cubiertos por el fondo de seguro de depósitos, por lo que terminan siendo alternativas de bajo riesgo para poder ahorrar nuestro dinero.
Por otro lado, si es que estamos buscando tomar un mayor nivel de riesgo con un horizonte algo mas largo, un fondo mutuo podría ser una opción atractiva de inversión. Un fondo mutuo es, en términos simples, el conjunto de aportes de diferentes personas que es administrado e invertido por una administradora de fondos supervisada por la SMV. Esta administradora de fondos cobra una comisión sobre la ganancia adquirida, y por lo general podemos retirar nuestro dinero cuando lo decidamos a menos que aun estemos por debajo del numero mínimo de días de permanencia en el fondo.
La figura del fondo mutuo permite que, al tener mayor capital disponible, se pueda lograr una mayor diversificación del portafolio y minimizar el impacto de comisiones al invertir.
¿Por qué nos sirve diversificar?
A menos que suceda algo general en el mercado que haga que a todos les vaya mal, es probable que, teniendo un gran grupo de acciones, si es que a una empresa le va mal individualmente el resto pueda compensar esta bajada en su rendimiento.
Una ventaja de los fondos mutuos es que podemos encontrar una gran variedad de fondos mutuos en distintas empresas, que se pueden adecuar al nivel de riesgo que deseamos adquirir y a la cantidad de tiempo que queremos tener el dinero depositado. Otra ventaja es que el monto inicial de inversión es relativamente bajo en comparación a otras alternativas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a diferencia de los depósitos a plazo, esta alternativa no garantiza una ganancia específica y, en ese sentido, asumimos un mayor riesgo: podemos ganar o perder.
Estas dos alternativas representan formas en las que podemos sacarle mayor provecho al dinero que no necesitamos para nuestros gastos corrientes y mejorar el retorno futuro de nuestro dinero. No existe una que sea mejor que la otra, es cuestión de buscar cual se ajusta mejor a nuestras circunstancias y expectativas.