5 datos de SHEIN, la marca de ropa barata que es un boom entre los jóvenes
Adolescentes que se prueban prendas de la marca Shein es contenido constante de TikTok. La ropa es igual de linda que la que venden en los almacenes peruanos, pero se diferencian por el precio. La ropa de Shein es barata y eso ha conquistado el corazón de los adolescentes.
Su popularidad incrementó en la pandemia: los usuarios pasaban más tiempo en línea y la marca ganó presencia. En LatAm ha encontrado un gran mercado en Chile y México. No es una sorpresa, puesto que este “gigante de Internet”, como lo denominan algunos, agrega al menos 6,000 productos nuevos a su catálogo cada día y apuesta por las tendencias.
Pero no todo es color de rosa. Shein también ha sido criticado por su impacto negativo al medio ambiente y por supuestamente robar el trabajo de diseñadores.
Hoy queremos contarte cinco datos de Shein, que originalmente se llamaba Sheinside.
Su ropa tiene un costo promedio de $10,70
En el catálogo de Shein podrás encontrar desde bikinis hasta vestidos, y todas las prendas tienen un costo promedio de $10,70. Su modelo de ropa rápida le permite tener bajos precios así como llegar hasta a 220 países.
Shein no ha revelado sus cifras, pero según la consultora CB Insights, este gigante vendió alrededor de $10,000 millones en el 2020.
Un catálogo de 600,000 productos.
Shein ofrece hasta 600,000 productos en su plataforma digital, siempre habrá algo que te guste. Esto lo han conseguido gracias a sus proveedores externos y a sus fabricantes contratados.
Matthew Brennan lo ha denominado “comercio minorista en tiempo real”. Sucede cuando empresas pequeñas poseen plataformas que les avisan la popularidad de ciertos productos. Gracias a esto, su cadena de suministro puede producir lotes de hasta 100 productos. De acuerdo a la tendencia, van descontinuando o aumentando la producción.
Este modelo es tan productivo que Shein puede tener un producto nuevo en unos 25 días. Otras tiendas se demorarían meses.
Saben usar las redes sociales.
Sus cuentas suman más de 250 millones de seguidores. Su negocio no podría estar completo sin un arma poderosa: influencers. Shein no solo usa estrellas, sino también a estudiantes normales que funcionan como “embajadores en las universidades”.
Principalmente usan Instagram y TikTok, las redes sociales que le permiten estar siempre en la mente de los más jóvenes. Además, usan transmisiones en directo que funcionan bastante bien para impulsar las ventas.
Aún así, existe una preocupación por lo que hace Shein con los datos de los consumidores. La agencia de diseño web Rouge Media indicó que la página web de Shein tiene 8 elementos que persuaden a los compradores a gastar más o a entregar datos personales a cambio de descuentos.
Ha sido acusada de plagio
Su gran catálogo la ha hecho objeto de críticas en diferentes momentos, como cuando vendieron una alfombrilla usada por los musulmanes en sus rezos como una “alfombra griega”.
También, Shein ha sido acusada de robar propiedad intelectual. Enfrenta demandas contra grandes empresas, como Dr. Martens.
Shein niega todo delito. Un alto ejecutivo de Shein dijo a la BBC que ellos cuentan con un equipo que revisa todos los nuevos diseños con el objetivo de evadir cualquier posible violación.
Hasta la fecha, Shein ha pagado alrededor de $1 millón a diseñadores externos, pero aún hay diseñadores pequeños que afirman que Shein los ha copiado.
Es cuestionado por su sostenibilidad
Según un estudio de la ONU, la industria de la moda produce hasta el 8% de las emisiones de carbono a nivel global. Además, Roberta Lee, experta en moda sostenible, indica que las telas de poliéster que utilizan estas tiendas dependen de sacar petróleo y carbón de la tierra y no son biodegradables.
Sin embargo, Shein señala en su web que buscan usar telas recicladas y que su tecnología de impresión contamina menos. Además, dice que su método de producción logra que se produzcan pocos desperdicios.
En una investigación reciente de la BBC se dio a conocer avisos de empleos de Shein en Internet en donde decían que no podían postular personas de ciertas etnias como los uigures. Ante esto, Shein dijo que esos anuncios no habían sido financiados ni aprobados por ellos, y que su compromiso era “garantizar altos estándares laborales”.