¿Cuál es la mejor forma de usar mi gratificación?
Como todos los años, este 15 de diciembre vence el plazo para recibir el pago de la segunda gratificación, que puede ser muy útil para ayudarnos a mejorar el estado de nuestras finanzas personales.
Este pago es equivalente a uno o medio sueldo sin descuentos, en función del régimen laboral en el cual nos encontremos; y además de ser libre de descuentos, incluye una bonificación de entre 6.5% y 9% dependiendo de si tenemos EPS o estamos afiliados a Essalud.
En primer lugar, debes tomar en cuenta cuál es tu remuneración básica. En caso de tener 6 meses en tu empleo, te corresponde un sueldo completo más la asignación familiar. Si no trabajaste el semestre completo (julio a diciembre) solo recibirás una parte del monto total proporcional a los meses trabajados.
En cualquiera de los casos, este pago representa un fuerte ingreso extraordinario que, de ser usado inteligentemente, puede ser de gran ayuda para fortalecer nuestra posición financiera de cara al futuro. Por tanto, si es que aún no tienes un gasto específico en mente, la pregunta es:
¿Cuál es el mejor uso que le puedo dar a mi gratificación?
Para responder esta pregunta es necesario considerar el contexto en el cual nos encontramos actualmente. La pandemia por el COVID-19 ha generado mucha incertidumbre dentro de la economía mundial y el Perú no es una excepción, siendo nuestro país uno de los más golpeados por esta enfermedad. Esta incertidumbre hace que sea recomendable ser excesivamente cautos con el manejo de nuestro dinero y, por ende, con las decisiones financieras que tomemos dentro de este contexto.
La situación puede mejorar, mantenerse o empeorar durante los siguientes meses dependiendo de cómo se comporte la pandemia y cómo evolucionan nuestros indicadores de salud y la reapertura económica mundial; y frente a esto es clave estar lo mejor preparados posibles para afrontar los distintos escenarios. Si bien las medidas cada vez son más flexibles, aún se espera una segunda ola del coronavirus en el país.
Por ello, el mejor uso que le podemos dar a nuestra gratificación es pagar o prepagar deudas. Las deudas, a través de las cuotas que tenemos que pagar mes a mes, comprometen fuertemente nuestros ingresos futuros amarrándolos a compromisos de pago. En ese sentido, amortizar las deudas o prepagarlas nos ayudará a tener un poco más de espacio en el futuro y más dinero disponible mes a mes.
Es importante entender en este contexto cómo es que funciona un préstamo para visualizar cómo nos ayuda pre pagarlo:
- Por lo general un préstamo tiene un monto fijo que pagamos todos los meses que contiene dos partes: una parte es interés y el resto se destina a pagar el saldo restante de deuda.
- El interés se calcula sobre el monto que aún se debe a la fecha, por tanto, mientras más deuda restante hay, se paga más interés. Y esto además quiere decir que, al ser el pago mensual fijo, este incluye menos repago de deuda.
- En este sentido, al comienzo del préstamo pagamos más intereses mensualmente que al final del préstamo, cuando ya con parte de nuestros pagos mes a mes hemos reducido el saldo de la deuda.
Si prepagamos la deuda con nuestra gratificación, este pago va directamente contra el saldo de la deuda, no contra los intereses. Esto hace que el saldo restante por pagar baje y, por lo tanto, bajen los intereses de nuestras cuotas futuras, lo cual lleva a que mes a mes paguemos menos intereses y más parte del préstamo. Así, podríamos terminar de pagar nuestra deuda antes o podríamos pagarla al mismo tiempo, pero pagando una cuota menor cada mes, teniendo en cualquiera de los dos casos un alivio financiero y un menor compromiso sobre nuestros ingresos futuros.
¿Y si no tengo deudas?
Por otro lado, si no tenemos deudas activas que podamos prepagar, una buena alternativa es ahorrar nuestra gratificación. Tener una mayor disponibilidad de ahorros nos permitirá tener mayor flexibilidad para afrontar situaciones inciertas y rápidamente cambiantes, como la que atravesamos actualmente. Existen varias modalidades de ahorro a las cuales podemos recurrir, y encontrar la que encaje mejor con nosotros depende principalmente de tres variables:
- Cuánto riesgo estamos dispuestos a asumir
- Qué tan disponible deseamos tener el dinero o cuando estimamos que podríamos llegar a necesitarlo
- Cuál es el nivel de retorno que estamos esperando obtener. Recordemos que siempre mayor retorno viene asociado a un mayor nivel de riesgo o mayores restricciones para acceder libremente a nuestro dinero.
Alternativas para ahorrar mi gratificación
- Cuentas de ahorro: nos dan un interés muy bajo en la mayoría de casos, pero nos permiten acceder libremente a nuestro dinero en el momento que lo necesitemos. Son convenientes para cuando esos ahorros pueden ser de rápida necesidad, por lo que necesitamos tener acceso a ellos y que no estén sujetos a riesgo alto.
- Depósitos a plazo: nos dan un interés mayor a una cuenta de ahorro, pero con la restricción de que debemos mantener el dinero durante la duración del plazo del depósito. Son convenientes cuando tenemos una idea clara de cuándo podríamos necesitar el dinero y no queremos asumir un riesgo alto.
- Fondos Mutuos: nos ofrecen la posibilidad de obtener retornos más altos, pero asumiendo el riesgo de que podemos también llegar a perder dinero. Son convenientes para ahorros que sabemos que no necesitaremos durante un horizonte más largo y sobre los que estamos dispuestos a asumir más riesgo para obtener mayor retorno.
Conclusión
En definitiva, lo más recomendable es utilizar este ingreso extra de manera inteligente y priorizar. Si tenemos deudas, aprovechemos para salir de ellas y sino para ahorrar ya que aún no tenemos certeza sobre cómo será el futuro con respecto al Covid. Utilizando la gratificación de cualquiera de estas dos formas nos aseguraremos de estar preparados de la mejor manera para afrontar los siguientes meses de la pandemia.